La joven Suiza de 18 años Schlatter Fanny, se encontraba trabajando la semana pasada cuando de repente oyó una explosión. Para su horror, su teléfono celular, un Samsung Galaxy S3 había explotado en sus pantalones y se había incendiado. Las llamas fueron lo suficientemente alto como para llegar a su hombro, por suerte la vida de la joven se salvó por la acción oportuna de su jefe. Fanny sobrevivió a la terrible experiencia con quemaduras de segundo y tercer grado en su muslo.
La chica esta preparando una demanda contra Samsung, mientras tiene reposo médico.
Para ser honestos este tipo de caso son comunes en equipos con batería de Lithium-ion, pero en algunos equipos el control de calidad es pésimo. Ahora, es muy interesante que este tipo de incidentes ocurran con tanta frecuencia y no se hable tanto como si hubiera sido un equipo de Apple.
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